foto anaLa valoración del turismo como una de las principales actividades que contribuyen al desarrollo de Mar del Plata, queda en evidencia cuando en 1968 se crea el Instituto Superior de Turismo que, en 1969, se transforma en Escuela de Turismo dependiente de la entonces Universidad Provincial, más tarde Universidad Nacional de Mar del Plata, pionera en el país y en América Latina en la formación universitaria en Turismo.

Fue entonces que se definieron, de manera fundacional, los objetivos generales de la Carrera de Turismo y se puntualizaron los requerimientos académicos para la formulación del plan de estudios, citando entre otros que “tendrá carácter universitario; estará vinculada a la investigación y extensión se organizará con una pluralidad de disciplinas, debiendo converger en una asignatura de síntesis que las vertebre; deberá responder a la demanda de “inteligencia” en turismo, técnica y teórica, académica y habilitante...”1

En 1972 la Escuela de Turismo se transforma en la Facultad de Ciencias Turísticas. En 1978 se fusionan las Facultades de Ciencias Económicas y la de Ciencias Turísticas, dando origen a la actual Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, ámbito en el que se sientan las bases que garantizan una formación profunda, reflexiva, de calidad y con un fuerte anclaje en las problemáticas locales, sin omitir las que plantea el contexto mundial.

De esta manera, de modo articulado y sinérgico, se fortalece una mirada que integra aspectos relacionados con la mejora en la calidad de vida de las comunidades receptoras, la conservación de los recursos que sustentan la actividad y el marco teórico que la fundamenta.

Con el convencimiento de la necesidad de formación continua del graduado universitario en 2005 comienza a dictarse la Carrera de Posgrado Maestría en Desarrollo Turístico Sustentable que ya ha abierto la inscripción para la VI Cohorte con una nueva modalidad y una perspectiva latinoamericana y transdisciplinar, respondiendo así al interés puesto de manifiesto por profesionales provenientes de otros países.

Hoy 520 estudiantes están cursando la Licenciatura en Turismo en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata. A ello hay que sumarle 140 jóvenes que ingresan a la carrera en el presente ciclo lectivo y que conforman más del 20% de los ingresantes a la Facultad, donde también se dictan las Carreras de Contador Público, Licenciado en Economía y Licenciado en Administración.

En los últimos años han egresado un promedio de 25 Licenciados en Turismo por año, los que se han insertado laboralmente en el sector privado (agencias de viajes, hotelería-gastronomía, transportes, organización de eventos, consultoría), en el sector público (funcionarios a nivel municipal, provincial y nacional), en el sector académico (docentes, investigadores, gestores), así como en organizaciones del tercer sector y del ámbito gremial profesional. Al respecto cabe destacar que son abundantes los ejemplos de graduados en Turismo de nuestra UNMdP que se desempeñan en el exterior en los más diversos ámbitos del quehacer profesional, manteniendo lazos con la institución que los formó.

Durante los cinco años que dura la carrera, desde la institución se aspira a desarrollar en el estudiante las actitudes, aptitudes y conocimientos que, una vez graduado, le permitan desempeñarse tanto en el ámbito público como privado; un profesional inserto en la realidad social en la que interviene, con espíritu crítico e innovador, sobre la base de valores éticos, solidarios y humanitarios; con capacidad para comprender la problemática de la disciplina, generalista y con especial idoneidad para actuar en organizaciones propias del sector.

Esta postura es producto de la diversidad y complejidad inherentes al fenómeno turístico, hecho que plantea el desafío de las diversas perspectivas desde los cuales es factible su comprensión y estudio. En función de ello, observándolo desde la dimensión económica, se advierte la creciente importancia del turismo y se lo reconoce como una actividad que movilizando sinérgicamente una compleja trama de actores sociales y una gran variedad de recursos provenientes de sectores productores de bienes y servicios, así como de los gobiernos locales, es generadora de riqueza y empleo. No obstante, el abordaje del turismo como fenómeno social contemporáneo, no se puede circunscribir exclusivamente a los aspectos económicos puesto que en él convergen también una dimensión social, una cultural y una espacial / territorial.

Este es entonces el dilema que se plantea a los gobiernos y las comunidades receptoras: si es posible lograr un desarrollo turístico en el que se potencien los efectos positivos y se disminuyan o neutralicen las consecuencias negativas de la actividad, lo que implica abordar el paradigma de la sustentabilidad. El concepto de turismo sustentable, asociado en principio a cuestiones relativas al medio ambiente y la capacidad de carga de los atractivos, es hoy considerado desde una perspectiva más amplia y abarcativa de otros aspectos que tipifican el desarrollo e implican, además de la aplicación de criterios de sustentabilidad medioambientales, los socioculturales y económicos.

Todo lo expuesto pone de manifiesto el necesario compromiso que deben asumir los agentes implicados en la actividad turística de un destino: gobiernos, comunidad local, empresarios del sector, cadena de comercialización, ONGs relacionadas, medios de comunicación, el sector académico, y los mismos turistas, entendiendo la fragilidad de todo sistema turístico ante los impactos y las tensiones que tienen lugar en el territorio y en la sociedad receptora.

En el marco de todas estas reflexiones se advierte claramente que el modelo turístico vigente está mostrando signos de agotamiento debido a las condiciones del contexto tecnológico y social, ya expuestas, y, como consecuencia de ello, a la caracterización de un nuevo perfil del turista: el de la era del conocimiento y de la información, que no es – obviamente - el mismo viajero de la segunda mitad del siglo pasado que se correspondía con la modalidad del turismo masivo de sol y playa. Ese modelo tradicional, caracterizado por la estacionalidad, la concentración territorial y la escasa diversificación de la oferta; que tiene su escenario en el litoral - como espacio geográfico atractivo y lugar del afluencia y desplazamiento del turismo masivo del período descrito - ha dado lugar a nuevas modalidades de disfrute y a la aparición de servicios innovadores que atienden las necesidades y expectativas de un viajero más experimentado y más exigente. Surgen así nuevos productos o lo que se ha dado en llamar turismo alternativo: turismo juvenil, de tercera edad, de negocios, turismo rural, cultural, religioso, deportivo, de salud, de aventura, gastronómico, etc.

El desafío que actualmente enfrenta el desarrollo de la actividad, desde el punto de vista del mercado, es comprender y satisfacer a este nuevo turista, que aspira a una mayor participación (turismo activo / vivencial), una mayor autonomía (turismo autogestionado) y una mayor calidad (relación territorio y sus cualidades / sistema productivo-turístico) lo que trae aparejado la necesidad de que la oferta genere productos innovadores y a medida, para públicos cada vez más segmentados y perfectamente identificables, productos diferenciales que logren posicionarse en la mente de los potenciales consumidores y que propicien experiencias únicas para los visitantes.

Desde la perspectiva del residente / receptor /anfitrión, el desafío es tomar conciencia de la oportunidad que ofrece la actividad. Oportunidad de pensarse como comunidad en términos territoriales y sociales, de conformar un entramado social y trabajar a través de redes, de preservar los recursos y poner en valor los atractivos, en fin, de llevar adelante una política de desarrollo local endógeno a partir del turismo, revalorizando lo local y articulando con lo global.

1- Atucha, A. J. y Gualdoni, P. (2009) “Licenciatura en Turismo de la Universidad de Mar del Plata” En: Aportes y Transferencias. Año 13. Vol I, 2009. Mar del Plata. Centro de Investigaciones Turísticas. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Nacional de Mar del Plata. Págs. 111- 129

Mg. Lic. en Turismo Ana María Biasone
Directora Área Pedagógica de Turismo
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Universidad Nacional de Mar del Plata